lunes, 13 de noviembre de 2017

Botones y encaje





Botones y encaje, de Penélope Sky. Hartwick Publishing

La literatura romántica y erótica no me termina de convencer, en general no me gusta.  Me acerco con suspicacia a determinadas cosas que entran en mi campo visual y creo que cosas como las que he leído me dejan una temporada sin experimentar a autores que seguro me terminarían convenciendo con sus historias, dentro del género erótico. Salvo algún pasaje aislado por la descripción y porque la psicología de los personajes, son psicóticos, y en un novela de terror, miedo o intriga me hubiera pegado (aquí desde luego no sé si es apropiada esta palabra) y desde luego hubiera gozado más con la lectura.

Este libro lo solicite como tantos que me llaman la atención por la campaña que hizo en FB la editorial, lo ofrecían de forma gratuita, ya que es el primer libro de serie.  Pedí este y otro de otra autora, y en un futuro haré entrada del otro, pero de momento cambiare de género.  

La historia nos cuenta la historia de Pearl con tres hombres de su vida de forma lineal, primero la convivencia con su novio que pierde el trabajo, parece que juega y la ofrece irse de viaje para mejorar la relación. En este viaje Ella es secuestrada por una red de esclavas y es comprara por un precio, dicen que elevado, a un tratante de armas y un sádico. Es rescatada de su captor pero por un competidor, que no la libera y la sigue teniendo presa. Es aquí donde Pearl sufre de Síndrome de Estocolmo.

Este argumento podría estar genial si no intentan argumentar como que son correctas las relaciones de Pearl de dependencia tanto antes de ser secuestrada como después, que la relaciones sadomasoquistas son disfrutables aunque no se elijan y que en un libro supuestamente erótico no haya  ninguna personaje masculino decente emocionalmente. A mí me deja fría.

El título además de la portada, «Ella estaba en deuda. Él tenía deseos».  Me provoca unas sensaciones de engaño que lo fetichista de los encajes y botones del título cuando lo botones son una moneda comercial y el encaje son ligadura para tener a un mujer retenida contra su voluntad deja de tener para mi sentido.


El lenguaje es sencillo, no tiene complicaciones en la lectura, se lee rápido y la peculiaridad de la forma de estar escrito es que los diálogos no están acotados. Como son diálogos de dos personas no hay mayor problema para seguir la narración. 

2 comentarios:

  1. tambien lo llevamos al muro de la morada! saludosbuhos.

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    1. Si tienen muy buena campaña de publicidad, me llego el segundo libro y estoy con el dilema de leerlo o no :)

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