El último trimestre del 2014 me apunte a un club
virtual a través Comunidad de Madrid. El título del club fue 1914: el año que cambió el mundo, en conmemoración
del centenario de la I Guerra Mundial y estaba a cargo de autores Lorenzo
Silva, Efraim Suárez, Ana María Trillo y Noemí Trujillo. Autores, algunos, leídos en este
blog.
La verdad que la temática no me atraía demasiado pero
me decidí, por cambiar de género y cultivarme, y con la motivación de un club a
las espaldas ha sido más llevadero. Casi no he podido participar en los foros
por ir rezagada en la lectura pero me ha gustado la implicación por parte del
moderador del foro y los compañeros virtuales de lectura. De hecho, he decido
repetir este trimestre con una temática que va más acorde con mis gustos para
ver si consigo sacarle el máximo rendimiento a la experiencia. Os lo
recomiendo.
El libro también.
Es más emocional y
desarrolla la emotividad y sentimientos de los personajes que una narración de hechos bélicos. La
relación entre los todos los personajes que aparecen que convierte la historia
en interesante desde el primer párrafo. Hay malos muy malos y víctimas, matrimonios
por conveniencias, empresas fraudulentas y drogas.
Me gustaría poder
hacer un resumen pero es destripar el libro y es interesante descubrir el final
sin saberlo, a mí al menos me ha encantado eso. Algo, no obstante, tengo que
decir:
Tres jóvenes al
final de la guerra, en una última batalla entrelazan sus destinos. Uno de ellos
atenta contra la vida de otro, y el tercero intenta salvarlo. Las dos víctimas
quedan mutiladas, una físicamente y la otra psicológicamente, mientras el joven
agresivo y sin escrúpulos, tras la guerra, emprende negocios con los cuerpos de
los caídos en las batallas.
Aparece un
funcionario revisando estos negocios. Me ha parecido un personaje autentico muy
bien creado. Convence. Me apetecía prepararle un pollo asado y llevarle el
traje a la tintorería.
Paralelamente, el
artista mutilado consigue lanzar un negocio también fraudulento. El estrés postraumático, del que se ha convertido en su amigo, va intercalándose en el día a día de ambos,
entre conseguir morfina para él e intentar controlar los nervios para que no
den con ellos.
Intercambio de
identidades, venta de dentaduras, creación de máscaras artísticas,… un conjunto
de detalles y pincelas que hacen la lectura interesante y estar en vilo por terminarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario