El emperador
de los helados, de Jorge Morcillo. Editorial Niña Loba. Imagen de cubierta: Eduard Von Grützner, Falstaff (1902)
Sinopsis de
la editorial:
Ácratas, subversivos, disonantes, heterodoxos, iconoclastas y cismáticos, disconformes, desobedientes y rebeldes, enemigos de prebendas y outsiders de la literatura, las artes y la vida: bienvenidos al banquete. Os estábamos esperando.
¡Larga vida al emperador de los helados!
«Toda la morralla más insigne e intelectual y perturbada de todas las épocas ha pasado por allí, Brigitte; y cuando uno toca esos muros se siente perplejo y horrorizado y también orgulloso, Brigitte, de estar tocando con sus propias manos la historia de Francia y la historia de Europa, que es como decir nuestra perversa historia, Brigitte, la que en verdad tenemos y nos merecemos, nuestra perversa historia, el nido ponzoñoso del que venimos, Brigitte, nuestra perversa historia, porque cuando uno toca esos muros no solo está tocando un muro de más, cuando uno toca esos muros, Brigitte, está contemplando y tocando y sintiendo la locura y la crueldad humana y europea en todo su esplendor».
Esta
entrada va con retraso porque es una lectura que he recibido a través de Babelio y su propuesta de Masa Crítica y me he salido fuera del
plazo que dan. Dicen que el verano es para leer, la vacaciones para ponerse al
día de las lecturas, pero siempre hay imprevistos sobre la teoría, los lectores
habituales me entenderéis. Esta lectura es existencialista, es decir, que remueve,
no es de entretenimiento, y como tal, hay que leerla centrado. Elementos difíciles
de alienar en los últimos meses.
El hilo
conductor en estos primeros relatos más largos se localiza bien, critica al
mundo musical, el judicial. La farsa de los premios y de los premiados, la satisfacción
o lo absurdo de ser recocido en una trayectoria profesional. La educación necesaria
para TODOS, incluso para las ratas, para que adquieran un pensamiento crítico y
necesidad intelectual. Con el director de cine nos encontramos ante el dilema
de los creativo frente a lo comercial.
Me ha
gustado el giro critico que consiguen los personajes siendo parte del engranaje
de lo que critican. No me ha gustado las repeticiones y el egocentrismo que demuestran.
No me es necesario que me repitas que Brigitte tiene, es, de una belleza rusa,
vikinga, nórdica, etc., en mi caso lectora deja de tener sentido la comparativa
y solo veo que es bella. El resto es ruido en el texto.
Los
personajes a modo de argumento filosófico, monologo existencialista o supuesta
correspondencia a un conocido, critican el mundo actual, el hoy y el ahora. Y nos dan a conocer una historia.
Luego los
relatos a partir de las 4 cambian de estructura contexto, localización y de
lenguaje y hasta de época.
¿Qué les
une? Lo que he encontrado que me satisface para poder explicar que he leído es
que son personajes que argumentan sobre el fin, la muerte, la existencia. La decadencia.
¿Por que que
tiene en que común una secreción nasal y un escritor? ¿O con un evangelizador
en el Nuevo mundo?
«Para
los peces» es la expresión que se utiliza en un
relato y que sería común a todo, tanto en España, Méjico o Cracovia. Y que
muestra para que sirve los soliloquios de los personajes, para nada, para dar
de comer a los peces, o para todo, porque «Diles que el futuro es incierto, que
nada sabemos y que, a pesar de ello, no podemos son persistir» * (
Aparecen a lo largo de los textos referencias culturales, de literatos, músicos y hechos históricos.
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