sábado, 14 de agosto de 2021

El emperador de los helados

 




  El emperador de los helados, de Jorge Morcillo. Editorial Niña Loba. Imagen de cubierta: Eduard Von Grützner, Falstaff (1902)

 

Eduard Von Grutzner

Sinopsis de la editorial:

Ácratas, subversivos, disonantes, heterodoxos, iconoclastas y cismáticos, disconformes, desobedientes y rebeldes, enemigos de prebendas y outsiders de la literatura, las artes y la vida: bienvenidos al banquete. Os estábamos esperando.

¡Larga vida al emperador de los helados!

«Toda la morralla más insigne e intelectual y perturbada de todas las épocas ha pasado por allí, Brigitte; y cuando uno toca esos muros se siente perplejo y horrorizado y también orgulloso, Brigitte, de estar tocando con sus propias manos la historia de Francia y la historia de Europa, que es como decir nuestra perversa historia, Brigitte, la que en verdad tenemos y nos merecemos, nuestra perversa historia, el nido ponzoñoso del que venimos, Brigitte, nuestra perversa historia, porque cuando uno toca esos muros no solo está tocando un muro de más, cuando uno toca esos muros, Brigitte, está contemplando y tocando y sintiendo la locura y la crueldad humana y europea en todo su esplendor».

 Esta entrada va con retraso porque es una lectura que he recibido a través de Babelio y su propuesta de Masa Crítica y me he salido fuera del plazo que dan. Dicen que el verano es para leer, la vacaciones para ponerse al día de las lecturas, pero siempre hay imprevistos sobre la teoría, los lectores habituales me entenderéis. Esta lectura es existencialista, es decir, que remueve, no es de entretenimiento, y como tal, hay que leerla centrado. Elementos difíciles de alienar en los últimos meses.

 Esta novela es una lectura difícil de catalogar. A través de 15 relatos nos encontramos con personajes principales muy diversos que son críticos, irónicos y bajo valoración personal, casi cínicos. No sólo con su entorno, sino con los sistemas establecidos; culturales, institucionales, educacionales, gubernamentales. Etc.  Los tres primeros relatos se desarrollan en un entorno concreto El castillo del difunto Vizconde de Labrouste, y como personajes principales que nos cuenta la acción esta el hijo del difunto Vizconde, La Rata del castillo y un director de cine que compra el castillo.

 El hilo conductor en estos primeros relatos más largos se localiza bien, critica al mundo musical, el judicial. La farsa de los premios y de los premiados, la satisfacción o lo absurdo de ser recocido en una trayectoria profesional. La educación necesaria para TODOS, incluso para las ratas, para que adquieran un pensamiento crítico y necesidad intelectual. Con el director de cine nos encontramos ante el dilema de los creativo frente a lo comercial.

 Me ha gustado el giro critico que consiguen los personajes siendo parte del engranaje de lo que critican. No me ha gustado las repeticiones y el egocentrismo que demuestran. No me es necesario que me repitas que Brigitte tiene, es, de una belleza rusa, vikinga, nórdica, etc., en mi caso lectora deja de tener sentido la comparativa y solo veo que es bella. El resto es ruido en el texto.

 Los personajes a modo de argumento filosófico, monologo existencialista o supuesta correspondencia a un conocido, critican el mundo actual, el hoy y el ahora.  Y nos dan a conocer una historia.

Luego los relatos a partir de las 4 cambian de estructura contexto, localización y de lenguaje y hasta de época.

 ¿Qué les une? Lo que he encontrado que me satisface para poder explicar que he leído es que son personajes que argumentan sobre el fin, la muerte, la existencia. La decadencia.

 ¿Por que que tiene en que común una secreción nasal y un escritor? ¿O con un evangelizador en el Nuevo mundo?

 «Para los peces» es la expresión que se utiliza en un relato y que sería común a todo, tanto en España, Méjico o Cracovia. Y que muestra para que sirve los soliloquios de los personajes, para nada, para dar de comer a los peces, o para todo, porque «Diles que el futuro es incierto, que nada sabemos y que, a pesar de ello, no podemos son persistir» * (*Palabras de Laura Maldonado)

 Aparecen a lo largo de los textos referencias culturales, de literatos, músicos y hechos históricos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario