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martes, 2 de marzo de 2021

Arroparte o el arte de caminar sin ropa

 




 Arroparte o el arte de caminar sin ropa, de Alejandro Pérez Guillén.   Ilustraciones de María del Mar Robert. Ediciones Alfar. 

Sinopsis de la editorial:

Nueva joya literaria de Alejandro Pérez Guillén, quien vuelve a adentrarse en la prosa poética más profunda, la que nace desde su corazón, desde sus manos, desde sus propios sentimientos, desde la existencia del ser humano, desde el origen del mismo, desde el arte de caminar sin ropa.

  Este libro me ha llegado por la propuesta de Babelio y su propuesta de Masa Crítica, esta vez para novela para adulto, que el mes pasado elegí novela infantil En busca de la flor Constelis de las profundidades, de Benjamín Flouw   y como lo experiencia fue muy buena repito. En esta ocasión me llego el libro muy rápido y he estado dos semanas alternado esta lectura con otras.

  Son relatos cortos y microrrelatos escritos en prosa poética, completamente llenos de sentimientos que generan expectativas e inquietudes. Hablan del día a día, del amor, del sexo,  de la paternidad, incluso de deportes y de política. Me ha despertado buenas vibraciones.  La propuesta, que he creído leer, que los aúnan a todos en un mimo hilo conductor, el amor que nos viste.

  Hay desnudos sensuales y eróticos, labios llenos de besos y deseos, espacios de soledad y de recuerdos, añoranza, amistad y familia. Esas descripciones de arroparte con otros,  física y emocionalmente, son de una gran hermosura.

  Hay otras metáforas o expresiones que según el texto, o mi día, he tenido tiempo para releer textos marcados, significaban una cosa u otra, como esas manos llenas de nubes, o la simbología de las nubes,  que es un recurso recurrente.

«He dejado el  tabaco para vivir en el humo de las nubes»

  También  se mencionan los desayunos, ese espacio de comienzo, de querer hacer;  parecen desayunos diferentes aunque las tostadas y las naranja sigan presentes. Es decir,  que una misma historia parece que luego es narrada de otra forma. El sentimiento es diferente, cambiante, como la vida.

«Contigo le pierdo el miedo a los espejos…. Contigo dejo las puertas abiertas»

   He creído en todo momento que el autor habla de sí mismo, y  que muestra su día a día y sus sentimientos. Aunque en el prólogo, Ángeles María Vélez, indica que las voces, del autor y de otros, son voces que se escuchan desde el afecto, que entre tanto ruido que escuchamos nos llegan sólo determinadas palabras. Y que la voz del autor no llega «en primera persona o bien a través de los ojos de alguien muy cercano».

«Enamórate de quien fabrique el gemido en la grutas íntimas de tus sexo sin necesidad de tocarte el cuerpo. »

  Los recuerdos del pasado y como nos sentimos en el presente también juegan una papel importante.

  El juego constate de vestirse y desnudarse, tanto con ropas como con sentimientos me resulta original, porque además no hace la poesía y la metáfora un cuento, que además queda esta idea resumida en uno de los relatos donde expresa que no quiere «cuentos cargados de perdices» sino que lo hace algo papable, real, deseable, al alcance de la mano.   

«El amor no es un traje de fiesta que ahoga el cuello de la esperanza, sino una corbata a la que le deshaces el nudo. »


miércoles, 11 de diciembre de 2013

El barco




Este libro me llego por un sorteo que hizo la editorial y lo he leído hace unos meses ¡Gracias Alfar!, son de esos libros que tengo pendientes de reseñar porque no creo que tenga que aportar nada nuevo mi opinión sobre la novela en sí, pero me acorde de esta novela hablando con Luis y comentando cosas sobre la novela realista; él me recomendaba “Peñas Arribas”, de José María de Pereda, novela que no he leído y queda pendiente. Intentando pensar alguna del estilo, de lo poco que he podido entender del encuadre de este estilo de novelas me acorde de “el barco” por lo que voy a intentar termina correctamente la opinión de esta novela.

La sinopsis del libro de la editorial:
El barco es la historia de los cientos de trabajadores que hoy en día navegan en la desesperanza de los problemas laborales, del paro... Es la historia de aquellos enfermos y sus familiares que navegan perdidos en los mares internos de la mente.

Pero en las historias que cuenta lo de menos creo que es el barco,  no es un historia de marineros ni tampoco las vidas de los personajes se centran en su trabajo en ese barco que se menciona, en todo caso podría representar la llegada de la novedad, la esperanza, el avance tecnológico, etc. Un una ruptura de la monotonía y la esperanza que el barco venga cargado de lo que se necesita en ese momento a modo de “un barco cargado de…”

No soy seguidora de programas televisivos, me sacas de series y películas y ando perdida, por lo que la figura del autor es su faceta artística en televisión y cantante poco me complementa la información de la novela. Sí he descubierto un Tate Montoya con una narración, que a pesar de vicisitudes de las vidas que narra, encuentra una migaja de alegría y optimismo que llena día a día el seguir con la vida los personajes, y quizás en eso consiste la existencia humana.

Es una novela con pasajes no lineales que comienza contando la enfermedad de su madre y con ella regresa a vivencias pasadas. Una España de posguerra, llena de trabajadores, en donde cuentan su vida y sus ilusiones: comer, llegar a fin de mes y algún arrumaquillo. 

Es por lo que me acorde de la novela realista porque son capítulos de la vida en la que hay cabida desde la visita por la entrada de urgencias de un hospital público, algo que actualmente tiende a desaparecer, a un Golpe de Estado, que es por donde pueden reventar la crisis, y el día a día de unos trabajadores de un taller mecánico. 

A pesar de que no me gustan las historias basadas en hechos reales es un repaso a fiestas y lugares interesantes de nuestra geografía.

Una idea que aparece en la novela de sabiduría popular

"si a los cuarenta no eres rico, arre so  potrico"

Santa María de la Mesa

Cristo de Burgos, de Ballurca