El escondite de
Grisha, de Ismael Martínez Biurrun. Salto de Página.
En alguna entrada
anterior y desde hace bastante ya había comentado mis ganas de leer este libro. Me
llamaba la atención eso de thriller fantástico mezclado con hechos radiactivos de
la accidentada central nuclear de Chernóbil, ¿cómo el autor se las ingeniaría para
combinar ambas escenarios?
Antes…, la sinopsis
de la web de la editorial:
Dos veces huérfano con apenas diez años, Grisha ha aprendido a protegerse por sí solo y a esconder sus secretos. Todas las tardes se refugia en la biblioteca y escribe con los ojos cerrados lo que parece el diario de otro niño que vive a miles de kilómetros y a quien no conoce. ¿Quién es el otro Grisha? ¿Es posible robar la vida de otra persona…?
Olmo no es un bibliotecario como los demás. Incapaz de poner nombre a sus propios sentimientos, huye de un pasado siniestro y busca consuelo en los brazos de la mujer policía que siguió su rastro. Cree que por fin ha puesto orden en su vida, hasta que se tropieza con Grisha. Olmo no contaba con volver a verse reflejado en los ojos de un niño malherido. Con atravesar un infierno ajeno para regresar al suyo.
Éste es el relato del insólito encuentro de Grisha y Olmo, del asesinato que cometieron juntos y del viaje que emprendieron en busca de respuestas y de redención. Con el talento que la crítica le ha reconocido para la combinación de géneros —desde el thriller policial al fantástico—, Ismael Martínez Biurrun ha construido un relato sobrecogedor, a un tiempo hermoso y terrible.
Grisha es un niño
reservado, que se refugia, incluso por las noches en la biblioteca. En esa biblioteca
su vida se mezcla con la de Olmo, un bibliotecario extraño con un pasado oculto
y que aunque parece querer ayudarle todos los signos exteriores se podrían
malinterpretar; un adulto buscando la compañía de un niño… con esta primera
puesta en escena el autor nos va adentrando en un mundo de fantasía donde lo
que parece realmente fantástico es el reflejo de la realidad; abusos, mafia,
asesinos, desapariciones, persecuciones… Y lo que tendría que ser fantástico;
la escritura automática, telepatía, un duende de papel cobrando vida… se
convierte en día a día de los protagonistas.
Grisha y Olmo quedan
unidos huyendo de la justicia, mientras la policía; representada en la figura
de Patricia, una antigua conocida de Olmo, les sigue sus pasos. A estos se une
un antiguo compañero de andanzas de Olmo que nos dará más pistas sobre el
turbio pasado y lo peligroso que puede llegar a ser. Vamos avanzando en una
novela llena de acción para descubrir porque Grisha es también emocionalmente
complejo, y que tiene que ver su infancia con el bosque rojo y con la medalla
de los liquidadores.
El bosque rojo |
El bosque rojo |
Medalla de los Liquidares |
Pinceladas de
duda que me ha generado la novela, aparte de la paradoja de que lo que me
gustaría que fuera fantasía: la radiación y que lo que me apetece que fuera
real: un salvador del estilo de Olmo sin sus traumas afectivos, se crucen en un
novela combinando a la perfección. ¿No sé si el que mencionen a Alice Munro es una recomendación para que leamos a la autora o no? ¿Cómo Olmo es capaz de
expresar «una sensación poderosamente apaciguadora, ser devorado por el tiempo de esta manera, en mordiscos blandos de
ballena» y no explotar de felicidad ahí? ¿Por qué me siento una adulta estúpida cuando
se menciona a Saint-Exupéry, autor de El Principito, y no entiendo la
referencia, y por una vez: me importa?
¿Qué opináis? Os
dejo mientras meditáis la respuesta algo que escuchar de Lhasa de Sela
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