jueves, 22 de septiembre de 2016

La perra de tres patas de la señora Petrovna



La perra de tres patas de la señora Petrovna, de Andrea Bennett. Traducción de Sheila Espinosa . Editorial Grijalbo. Ilustración de portada Victor Medina.
 
Sinopsis de la editorial:

Os presentamos a Galina Petrovna, una anciana que no se resigna a serlo. Y a Boroda, una simpática perra de tres patas. Y a Mitya, el exterminador de animales que disfruta destruyendo la felicidad ajena porque nunca ha podido ser feliz. Y, por supuesto, la Rusia de la Perestroika, un país que sale a marchas forzadas del régimen soviético para caer en un capitalismo... digamos, excéntrico.Ya en la tercera edad, Galina Petrovna es muy consciente de que la vida no es más que una cadena de decisiones, algunas acertadas, otras completamente desastrosas. De poco sirve arrepentirse de lo que hubiera podido ser y, sin embargo, en estos momentos no puede evitarlo del todo.Porque si le hubiera puesto un collar a su perra Boroda, esta no habría deambulado como un animal solitario por las calles. Y si la pobre y tullida perrita sin collar no hubiera andado callejeando, Mitya, el obsesivo exterminador de bichos callejeros, no se la habría llevado hacia un destino poco halagüeño. Y si el concienzudo exterminador no se hubiera apoderado de la pobre perra sin collar, Vasily, el fiel amigo de Galina, no habría acabado con sus huesos en la cárcel.Pero Galina sabe que no merece la pena echar la vista atrás. Los años le han enseñado a pelear por lo que cree justo sin rendirse jamás. Así que lo que debe hacer ahora es salvar a su querida perra, y a su no menos querido amigo, de las garras de la burocrática justicia postsoviética. Aunque eso implique abandonar su tranquilo, y aburridísimo, pueblo natal para viajar hasta Moscú, la misma capital de la nueva Rusia democrática.

Mi breve resumen de la novela sería: Mentiras y enredos alredor de las tres patas de un perro. 

Al ser una novela sátira ya sabía que iba a ser crítica con la novela: no entra dentro de mis gustos a priori.  Esta novela trata los temas de la burocracia; concretamente del comunismo, la tercera edad y la lucha por los ideales; la defensa del más débil. El tono irónico te arranca de vez en cuando una sonrisa pero trata temas sociales y conductas psicológicas que son fiel reflejo de la realidad por lo que hay veces que me tomado las frases con cautela. Incógnita en todo momento del resultado final de la novela.  

Me ha sorprendido que transcurra la historia en la Rusia de la Perestroika de los años 90 y puede trasladarse también a la sociedad actual.

Con las carismáticas personalidades de la ciudadana anciana Galina Petrovna, su perra de tres patas Boroda, el exterminador de animales Mitya, el exprofesor Vasia y otros personajes como Zoya; amiga de Galina o Shura; compañero de celda de Vasia; componen una trama de enredos compleja en donde me ha constado deducir quién es quién dice la verdad: sigo teniendo mis dudas.

La Sra. Petrovna viaja a  Moscú para intentar salvar a su perra de las garras de la burocrática justicia postosoviética y a su amigo. En este viaje se cruza con ministros del gobierno y espías. Se tratan temas como la homosexualidad y la locura, el alcoholismo y las perreras. Sin embargo queda tiempo para visitar la ciudad, irse de fiestas y tomar algún que otro ten ten pie que no sólo consiste en té y azúcar.


La novela está bien desarrollada y es lineal en la expectación. El lenguaje está caracterizado para que los personajes sean rusos y describe las relaciones de los personajes y cómo actúan entre ellos en todo momento lo que da acción y fluidez a la narración. 

«¿Por qué no se inventan cosas buenas,? Por ejemplo, qué alguien prepara un té delicioso, o que siempre era puntual, o que nunca cogía más que el queso que le correspondía» 

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