El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García
Márquez. Debolsillo.
Esta entrada
tiene relación con el curso virtual que sigo del autor y la entada de La hojarasca. El coronel no tiene quien le escriba es novela corta en la que se aprecia el ritmo
constante que tiene el autor al escribir y el estilo de García Márquez en sus
frases cargadas de simbolismo. Como
lectora me ha gustado como cuenta las
cosas y lo que menos me ha gustado es lo que no nos narra de los personajes, el
ambiente violento sin expresarlo directamente que recrea de donde viven sus
personajes y el no saber los desenlaces, porque realmente son vidas que no desenlazan sino que
transcurren.
Para quién no lo
haya leído recomendaros su lectura destacando el contraste que hay en el
Coronel, cuyo nombre desconoceremos en toda la novela, entre la precariedad con
la que vive resignado a cuidar de un gallo, único legado de su hijo fallecido;
y la esperanza soñadora frente a una situación desesperada, de un hombre moral e
íntegro, que sigue manteniendo unos ideales. Su esperanza es recibir una carta donde
le otorguen un reconocimiento económico,
puesto que reconocimiento público lo tiene ya con su cargo de Coronel.
Para los que
hayan leído la novela pero no la hayan analizado, después de ese curso virtual
y ver comentarios de los profesores y alumnado sobre partes a destacar de esta
novela coincido en:
«De pronto se interrumpieron las trompetas del mambo. Los jugadores se dispersaron con las manos en alto. El coronel sintió a sus espaldas el crujido seco, articulado y frío de un fusil al ser montado. Comprendió que había caído fatalmente en una batida de la policía con la hoja clandestina en el bolsillo. Dio media vuelta sin levantar las manos. Y entonces vio de cerca, por la primera vez en su vida, al hombre que disparó contra su hijo. Estaba exactamente frente a él con el cañón del fusil apuntando contra su vientre. Era pequeño, aindiado, de piel curtida, y exhalaba un tufo infantil. El coronel apretó los dientes y apartó suavemente con la punta de los dedos el cañón del fusil.
–Permiso -dijo.
Se enfrentó a unos pequeños y redondos ojos de murciélago. En un instante se sintió tragado por esos ojos, triturado, digerido e inmediatamente expulsado.
– Pase usted, coronel.»
Es en ese momento
donde percibes que la situación es extrema porque los habitantes tienen que
esconder panfletos de información de los cuerpos del orden, hay timbas
clandestinas y su hijo ha fallecido en una de ella, su esposa está enferma al
igual que él y no tienen las necesidades básicas cubiertas. Por otro lado está
el enriquecimiento de otros personajes cuando le quieren dar un valor menos por
el gallo de pelea cuando se propone venderlo, o el apoyo para alimentar al
gallo entre varios cuando por otro lado tanto el Coronel como su mujer tiene que guardar la apariencias.
«–Estoy cansada -dijo la mujer-. Los hombres no se dan cuenta de los problemas de la casa. Varias veces he puesto a hervir piedras para que los vecinos no sepan que tenemos muchos días de no poner la olla.El coronel se sintió ofendido.»
Hay nuevamente un
hilo conductor con la muerte y un funeral, temática que es significativa de
Gabo. Seguiré comentando las novelas que lea y relea del autor
¿Qué opináis de esta novela o de otras que hayáis leído de este autor?
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