«En nuestra andadura se producen cambios psicológicos y éticos profundos. Lo ideal estribaría en que estas transformaciones no llevasen a convertirnos en mejores personas».
Yo fui tu
Pigmalión, de Manuel Ángel Soriano. Editorial Egales.
Sinopsis de la
editorial:
Yo fui tu Pigmalión no es una novela estructurada al uso. Salvando todas las distancias posibles —época, estilo literario o la universalidad del autor—, sigue unos parámetros similares a los que marcó Oscar Wilde en su epístola De profundis, escrita desde la cárcel a su antigua pareja. En este caso, el autor la ha pensado como un posible referente que intente resultar valioso a aquellas personas especiales, de cualquier sexo y género posible, que se embarcan en una aventura de tamaña envergadura: convertirse en el Pigmalión de otro ser poco evolucionado que si bien esconde cualidades insospechadas, tampoco le exime de posibles traumas insondables, por lo que no siempre resulta posible llegar a la meta final del ejercicio con el éxito soñado. En su andadura, el Pigmalión asume riesgos que puede aceptar siempre y cuando sea plenamente consciente de los mismos. La capacidad que posee para irradiar amor pareciera que proviniese de otra galaxia afectivamente más evolucionada. La novela que el autor ha escrito con el formato de una larga epístola que ha denominado «psicoterapéutica» encierra al unísono misterios gozosos y dolorosos. Inspirada en hechos reales conocidos años atrás y enriquecida con la fantasía imaginativa del mismo, posiblemente, nos hará pensar en qué modo, medida y con cuánta cautela debemos dar nuestra generosidad a los demás. Así como también en la dosis de bondad y de maldad que el ser humano encierra en su mismidad. En su primera novela, Manuel Ángel Soriano, preferentemente autor de ensayos LGTB, se ha valido de su experiencia y formación como psicólogo clínico para redactar con el mayor rigor posible este su primogénito trabajo.
Me recomendaron
esta novela prestándomela y ha sido una lectura interesante. Citaré a
Goethe para resumir el efecto Pigmalión
Trata a un ser humano como es, y seguirá siendo como es. Trátalo como puede llegar a ser, y se convertirá en lo que puede llegar a ser.
Para aquellos que no
entiendan con la cita lo que significa esto, es la creencia que tiene una
persona de poder influir en el rendimiento de otra. Profecía o expectativa auto
incumplida, pensamiento positivo, y también el negativo.
El autor en esta
novela, cuenta la vivencia de una relación ya pasada, entre Críspulo y Nicolás
a modo epístola o carta de Nicolás o Querido Difunto, explicándonos así a
nosotros los lectores, como se conocieron y como convivieron años como pareja,
es esclarecedora, porque aunque no hayas sufrido una relación seria, los
límites que va estableciendo Nicolás, ya no en sus relación sentimental sino con la familia
y amigos es esclarecedora, va poniendo límites a medida que el entorno se va convirtiendo
en dañino o se contamina.
Tengo dudas sobre
si el autor al titular esta novela sólo pensaba en Nicolás como Pigmalión, ya
que Críspulo demuestra más sugestión con las personas de su alrededor, siendo
influido positivamente en los años felices de la relación y siendo negativo con
las personas de su entorno al finalizar esta.
La actitud del
personaje principal al despedirse de una antigua pareja y exponer y citar
acontecimientos es terapéutica. Es
instructiva y educadora no perdiendo la ironía del despechado que decide rehacer
su vida y conseguir el resultado.
Tango Pigmalión de Astor Piazzolla
Actualización:
No hay comentarios:
Publicar un comentario