La semilla de la bruja, de Margaret Atwood. Traductor Miguel Temprano García Lumen.
Sinopsis de la editorial:
Cuando eres
joven, crees que todo es posible. Te mueves en el presente, jugando con el
tiempo como si fuera un juguete a tu disposición. Piensas que puedes deshacerte
de cosas y personas, y aun no sabes bien que tienen la mala costumbre de
volver.»
Margaret Atwood
Es un lunes cualquiera de enero de 2013 y Felix pasa el control de seguridad para acceder al centro correccional de Fletcher. Los guardias lo miran con simpatía y benevolencia; para ellos este hombre solo es el señor Duke, un cincuentón que en sus ratos libres se dedica a organizar funciones de teatro con los reclusos. El autor elegido siempre es Shakespeare, y este año el profesor les propone La tempestad.
Felix accede sin problemas al recinto de la cárcel, llevando consigo algo muy peligroso pero imposible de detectar a través de un escáner: son las palabras, aún vivas, robustas, sonoras, de una obra donde la venganza viaja a través del tiempo y se instala en el presente. De a poco, ensayo tras ensayo, los chicos de Fletcher, que quizá nunca antes habían oído hablar de Shakespeare, convierten la obra en algo muy personal. Ahí se encuentran con sus fantasmas y con algo de sí mismos que no sabían, pero hay más: Felix, ese profesor terco y a veces aburrido, el día del estreno de la obra también podrá vengarse de quien le arruinó en el pasado.
Después de la entrada
anterior Salomé, de Oscar Wilde me apetecía temática de teatro, y como a Shakespeare
lo quiero leer en un club lo salte. Como a otro escritor que le tenía muchas
ganas es a Margaret Atwood, vi en Club virtual de lectura de la
Comunidad de Madrid, los gatos, en la sala Musas esta propuesta y ponía que
estaba relaciona con el mundo del teatro y con las obras de Shakespeare ¡¡!!. No
pude seguir las sesiones a tiempo con la lectura y ahora he visto, cerrado el
trimestre, que tienen los contenidos sin poder acceder a ellos, me parece una
pena. Una lástima, que esa puesta en común no sé pueda acceder a ella aun
habiendo estado apuntada al club de lectura. En cuanto a la lectura:
Me ha sorprendido
porque esperaba mucho, tenía las expectativas muy altas, de que las historias
me iban a encantar y sí, me ha gustado,
pero lo he encontrado raro. Raro en la forma de plantear el argumento. Félix, un director de teatro afamado, es
expulsado de su trabajo y ese mundo cuando es traicionado por las personas de
su entorno. Además ha sufrido una perdida familiar reciente, su hija ha
fallecido. Decide mudarse y crear una nueva identidad, y con él se muda el espíritu
de hija. Sus pasos le llevan nuevamente
a proyecto teatral, esta vez en una prisión. Aquí vemos argumentos pros y contras
de un proyecto dinamizador en un penal. En mi caso personal, que estoy a favor de
programas así, cuando vas avanzando y ves que la motivación de Félix es la
venganza y lo usa todo para ellos, te sorprende como novela pero a la vez está
la contradicción de que en realidad está en un doble juego, el programa que plantean;
objetivos ajustados para cubrir el expediente y poder continuar con la activada
y conseguir subvención.
Es una novela de ficción
pero que me ha hecho pegar ese salto al mundo real. En cuando a la parte más
fantasiosa, que es el espíritu de la hija, está gestionado en una narración llena
de detalles reales, en los que datos como que comen, como obtiene dinero o las
emociones o la técnicas teatrales crean una atmosfera palpable.
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