martes, 15 de junio de 2021

La cuarta víctima

 



  La cuarta víctima, de Mari Jungstedt.  Traducción de Carlos Del Valle Hernández. Maeva  

Serie de Gotland

1 Nadie lo ha visto 

2 Nadie lo ha oído 

3 Nadie lo conoce

4 El arte del asesino 

5 Un inquietante amanecer 

6 La falsa sonrisa 

7 Doble silencio 

8 Un juego peligroso 

9 La cuarta víctima

10  El último acto

11 No estás sola

12 Las trampas del afecto

13  Mar de nubes

Sinopsis de la editorial:

Protagonizada por Anders Knutas, Karin Jacobson y Johan Berg, esta trepidante novela policiaca se adentra en los traumas de la infancia y en cómo su sombra puede alcanzar el futuro.

Una mañana de finales de verano tres encapuchados atracan un banco a mano armada en pleno centro de Klintehamn, una pequeña localidad en la costa oeste de la isla de Gotland. En su huida en un coche robado, los ladrones atropellan a una niña de seis años. Cuando la Policía da con la casa de campo abandonada donde se ocultan, encuentran el cadáver de uno de los delincuentes, pero ni rastro de los otros dos miembros de la banda. El comisario Anders Knutas y su compañera Karin Jacobsson se encargan de la investigación. Para empezar, solo cuentan con dos datos que pueden ser de ayuda: el primero es que, según un testigo del robo, uno de los ladrones era una mujer, y el segundo, que existen conexiones con los clubes de motoristas de Gotland. Cuando ninguna de estas pistas da sus frutos, Knutas decide retomar un caso ocurrido hace años. Por su parte, el periodista Johan Berg empieza a hacer su particular aportación al caso, pero no puede sospechar que la tragedia está a la vuelta de la esquina.



Nos encontramos con un atraco y huida que nos conducen a pequeña banda organizada y clubs de motos.  La cabezonería de Knutas que le esta pasando factura.

«Primero el robo, con el atropello de la pequeña que acabó de forma tan trágica, el incendio forestal, el asesinato en la casa deshabitada, la bolsa de dinero abandonada que alguien intentó abrir, la moto, las huellas de zapatos y las declaraciones de los testigos que hablaban de una mujer y un hombre de origen sureño. La paliza a Patrik Rosén, si es que tenía algo que ver con el caso. La afiliación de Jocke Eriksson a un club de motos, el tatuaje con las iniciales en la muñeca, sus contactos con delincuentes, tanto en Visby como en Estocolmo. »


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