martes, 19 de abril de 2022

La condesa sangrienta

 


 La condesa sangrienta, de Valentine PenroseEditorial SiruelaTraductoras María Teresa Gallego y Maria Isabel Reverte.

 Sinopsis de Alejandra Pizarnik:

«Valentine Penrose ha recopilado documentos y relaciones acerca de un personaje real e insólito: la condesa Báthory, asesina de 650 muchachas.Excelente poeta (su primer libro lleva un fervoroso prefacio de Paul Éluard), no ha separado su don poético de su minuciosa erudición. Sin alterar los datos reales penosamente obtenidos, los ha refundido en una suerte de vasto y hermoso poema en prosa. La perversión sexual y la demencia de la condesa Báthory son tan evidentes que Valentine Penrose se desentiende de ellas para concentrarse exclusivamente en la belleza convulsiva del personaje. No es fácil mostrar esta suerte de belleza, Valentine Penrose, sin embargo, lo ha logrado, pues juega admirablemente con los valores estéticos de esta tenebrosa historia. Inscribe el reino subterráneo de Erzébet Báthory en la sala de torturas de su castillo medieval: allí, la siniestra hermosura de las criaturas nocturnas se resume en una silenciosa de palidez legendaria, de ojos dementes, de cabellos del color suntuoso de los cuervos.»

    Alejandra Pizarnik es la autora que junto con ilustrador Santiago Caruso han hecho una versión ilustrada de la condesa sangrienta que la tengo pendiente de leer porque a pesar de que el personaje histórico y real de esta novela "La condesa Erzsébet Báthory de Ecsed" me atraía para leer algo de ella, esta lectura no me ha gustado.

    No me ha gustado que más que en vez de una historia novelada sea una crónica de sucesos donde alternar fragmentos textuales, la autora Penrose sobre su investigación de la condesa, y lo que, creo, son opiniones personales con descripciones bucólicas sobre las argumentaciones que puede haber detrás de la figura de la condesa sangrienta.

Copia del retrato original perdido de 1585 de Elizabeth Báthory.


    A mi modo de ver, después de encontrarme con esta lectura gracias al club de lectura presencial al que estoy apuntada, la señora esta era una tremenda cabrona sin sentimientos ni empatía, donde las personas eran meros objetos para satisfacerla a ella. Tenía arranque de ira o frustración, que además incentivaban sus secuaces. Usaba la tortura y la muerte para conseguir una belleza ideal y lozana.  ¿Diagnóstico: sociópata? Pues no sé porque la carrera de psicología la deje a medias, pero vamos que muy cuerda no estaba esta mujer. Que su clase social y su dinero la permitiera durante años matar y que no la dijeran nada, o no temiera a las consecuencias, es otro debate moral sobre la sociedad de antes y de ahora. La impunidad con que determinados delitos y agresiones quedan sin perseguir o investigar.

Vista aérea del Castillo Čachtice


     Por la lectura que se desprender no estoy de acuerdo que tenga un componente sexual ni conforme con la portada de la editorial de la fotografía erótica de Pierre Moliner. Quizás investigando más se vea que el sadomasoquismo sí que está presente pero en mi lectura se desprender que es más un rito estético, bañarse en sangre, y el sadismo es un modo más de actuación.

    Es una época, la descrita dura y cruel, antes junto con la primera piedra de un castillo unos usaban el esqueleto de la primera mujer que pasara por ahí; los demás, en la actualidad,  más por superstición o tradición, que por convencimiento real religioso, ponemos una medallita de la virgen tal o el santo cual en el marco de la puerta de entrada a nuestra casa. 

    Una época en la que la belleza iba acompañad de la idea de bondad. Vemos aquí cuan alejado está el concepto uno de otro, no tienen porque ir asociados.

    Me acorde leyendo esto de una lectura anterior Las ciencias ocultas en la ciudad de Buenos Aires  por cómo se plantea las malas acciones justificadas por una ideología religiosa,  en el caso de la condesa sangrienta por el concepto maligno de brujería o de otras corrientes o prácticas religiosas.

Fragmento de la condesa sangrienta

    

    Esta lectura sin embargo me ha dejado ganas de leer otras historial del personaje pero más de ficción, tanta realidad me supera, y algo más de Valentine Penrose para no quedarme con la idea de que no me gusta.


Valentine Penrose, fotografiada por Eileen Agar.

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