martes, 8 de abril de 2014

Allí donde el viento espera



“Allí donde el viento espera”, de Maia Losch. Editorial Sinerrata.

Sinopsis:
 Ana, hija de judíos polacos emigrados a Uruguay poco antes de la Segunda Guerra Mundial, ha avanzado por la vida desconectada de su pasado, sus raíces y sus más íntimas necesidades, hasta que un pequeño accidente y una crisis nerviosa la fuerzan a repasar todo aquello que había dejado apartado en algún rincón de su mente. A partir de ese momento, esta mujer insegura e indecisa se verá obligada a plantearse quién es y quién desea ser, y a hacerse cargo del rumbo de su vida en plena cincuentena

Afronte el libro con algo de temor porque en la sinopsis me dio la impresión que si el personaje era hija de judíos polacos emigrados habría que tocar el tema de la guerra y la inmigración política sí o sí, y es un libro que la sitúa dentro del contexto familiar de los protagonistas pero no se centra en ella; es un libro de emociones y pensamientos, y mis lectura ha sido positiva porque da las claves para salir de situaciones complejas emocionalmente y de bloqueo personal. Cuando me recomendaron la novela diciéndome que “Nada, nada de estereotipos facilones, no” no me engañaron.

Para aclarar esto tengo que contar más del libro; Ana sufre una crisis nerviosa y es ingresada en una clínica. Su marido, una amiga, y su  amante, la apoyan para salir de esta situación cada uno a su manera. Algún personaje, que al principio parece superficial, y las claves que salen en la portada del libro influyen notablemente en sus decisiones y completan el perfil de una mujer compleja.

Compleja porque se deja influir por los convencionalismos de su vida y sin embargo rompe con los prejuicios que la marcan; se aleja de su padre y sus hermanos por no representar un papel de apariencia, elige tener un amante para sentir la pasión de un matrimonio que no se la proporciona, actúa como una ex esposa  práctica, estudia de mayor, conduce, no intenta actuar como una madre modélica si no que reconoce sus fallos y aporta un sentimiento más cercano a los real que a lo novelado, etc.

Considero, sin embargo que no es una novela orientado solo para mujeres, porque Ana consigue romper con la figura de la mujer como género y cobra identidad la persona.
Me ha parecido interesante la lectura porque es una historia de superaciones; de abordar situaciones cotidianas pero que en ocasiones nos bloquean, esto puede suceder en cualquiera de los países en los que el personaje principal se sitúa: Uruguay, España o Israel.
Montevideo, vista aérea 

Madrid, vista aérea

Israel, vista panorámica

Es curioso que la escritora utiliza palabras o expresiones en algún momento que son propias de su país de procedencia y que ayudan a situar a la protagonista, en vez de dificultad el desarrollo de la lectura. Me ha pasado en alguna ocasión que he leído novelas o escritos de otros países en los que compartimos el castellano y los textos no están ligados a traducciones, esto aquí no ocurre. 

Me quedo con dos frases por su significado y el imaginarme las tortas decoradas que prepara Ana.
El Roto

"A veces una palabra dicha en mal momento es a veces todo lo que hace falta para derrumbar un mundo".


"No se puede parar el mundo deteniendo un reloj".




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