«¿Amoniaco y
vainilla? A partir de ahí dejé de odiarla. Una cosa tan simple. Me di cuenta de
que realmente quería vivir en un hogar acogedor, que no quería imponer
culpabilidad o deberes a sus hijos. Más tarde me tomé un vaso de leche, y sabía
a amoniaco y vainilla.»
Manual para
mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin.
Alfaguara. Traducción de
Eugenia Vázquez Nacarino
Esta lectura está relacionada con las ultimas entradas del club de lectura América en corto Rock Spring, Tres Cuentos, Música de cañerías y Si me necesitas, llámame. Y es la última novela de este club de lectura. Esta es la que más me ha gustado, a pesar de no haberme leído todos los relatos, por falta de tiempo en dos semanas y juntarse con otras tareas; pero espero volver a tener acceso a ellos en breve. Creo que son para leerlos, no de una atacada, si no para repasar y reposar el contenido.
El prólogo. La
historia es lo que cuenta, de Lydia Davis en mi opinión es para leer después de
leer los relatos, al igual que la introducción, de Stephen Emerson, si es lo
primera vez que te acercas a la escritora. Esta versión de Alfaguara es una traducción de bombazo de ventas inglés.
Aquí se reúnen relatos,
con temas recurrentes, que parecen estar colocados según van pasando los años
de la protagonista: Lucía. Son relatos biográficos o basados en su vida.
Nos encontramos variadas temáticas según podemos ya ver por los títulos:
Lavandería Ángel
Doctor H. A.
Moynihan
Estrellas y
santos
Manual para
mujeres de la limpieza
Mi jockey
El Tim
Punto de vista
Su primera
desintoxicación
Dolor fantasma
Dentelladas de
tigre
Apuntes de la
sala de urgencias, 1977
Temps Perdu
Carpe Diem
Todo luna, todo
año
Buenos y malos
Melina
Inmanejable
Coche eléctrico,
el Paso
Atracción sexual
Gamberro
adolescente
Paso
Perdidos
Penas
Bonetes azules
La vie en rose
Macadán
Querida Conchi
Triste Idiota
Luto
Panteón de
Dolores
Hasta la vista
Una aventura
amorosa
A ver esa sonrisa
Mamá
Carmen
Silencio
Mijito
502
Y llegó el sábado
B. F y yo
Espera un momento
Volver al hogar
Esta madre de
cuatro hijos, alcohólica, trotamundos (EEUU, Méjico y Chile) , culta, crítica,
y con escritura visual y trasfondo critico me ha trasmitido positivismo, cosa
que las novelas anteriores de autores alcohólicos escribiendo relatos realistas
de su entorno no han conseguido.
En un momento en
la sesión del club de lectura, poniendo en común las opiniones, el profesor nos
hizo recapacitar sobre el título, que es a la vez el título de uno de los
relatos. A parte del hecho coincidente de que comercialmente llama la atención
y consigue destacar frente al resto, quiero pensar que los relatos de Lucia
Berlin remueven; ajustándolo a la labor de limpiar, y embolsan la mierda para
sacar la basura fuera; deja limpita la conciencia y aclara las ideas. La vida
es un asco pero analizándola, aunque no encajes siempre, consigues un sitio y
asiento para vivir mil y una experiencias y no todas desagradables. Se superan
dependencias y miedos. La pérdida de la inocencia da lucidez en algunos casos,
los malos entendidos y las injusticias se sufren pero hay, en ocasiones, que
una luchadora de saca una sonrisa contándote esas experiencias vitales.
«Aun así, por desagradable que sea con ella,
Henrietta cree que existe un vínculo
entre los dos. .... . Una vez le dijo que reunía las dos cualidades necesarias
para ser un enfermera .. Ser estúpida y servil.»
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