«Aquél era el problema de ser escritor, ése era el principal problema: tiempo libre, demasiado tiempo libre.»
Música de
cañerías, de Charles Bukowski.
Anagrama. Traducción J.M. Álvarez y Ángela Pérez
Esta lectura está
relacionada con las ultimas entradas del club de lectura América en corto Rock Spring y Tres Cuentos
Han sido 35 o 36
relatos cortos de este autor con una temática nada recomendada, sabía por cosas
previas que habían caído en mis manos que no me iba a gustar, la violencia, el
sexo y la afición al juego y al alcohol. Lo malo es que lo incluye en escenas
cotidianas, es tan real y tomado de la forma más natural, que es como
habituarte. Tiene mérito la forma en la que están escritas, narración fluida y
con detalles que te proporcionan una escena en concreto, crear un ambiente de
tensión que muchas veces no llega al desenlace y cuando no lo esperas sin
embargo la violencia acampa en al decisiones de los protagonistas.
He querido sacar
un pensamiento optimista del objetivo del autor; el rechazo moral o ético que provocan sus historias podría ser el fin; es
decir, tanta fiesta descontrolada provoca querer quedarte en casita y no querer
ir a un bar a emborracharte. Genera un pensamiento crítico.
La idea pesimista
es que cualquiera que visite un bar asiduamente, de sus parroquianos podría
sacar relatos similares, si no en similitud con sus realidades si basado en hechos
reales o en un deseo. Es lo que provoca un sentimiento de tristeza.
La ironía está
presente en las historias encuadradas en escenas de vida cotidiana, y narra unas
historias dentro de otras. También ser percibe una crítica a la cultura y
estudiosos de la cultura, así como al perfil profesional del escritor.
Los dos relatos
que destaco sobre el resto y que más me han gustado son Grita cuando te quemes
y Una jornada de trabajo.
«—¿qué sabe?
—Que eres un
perfecto imbécil
—¿eso soy?
—Todos los
escritores lo son. Por eso escriben. »
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