Bornova, de David Cruz. Distrito 93
Sinopsis de la
editorial:
Don Amalio y Bernarda son dos hermanos jubilados que viven en un pequeño pueblo de la Sierra Norte de Guadalajara. La extraña relación de Bernarda con su padre y el odio hacia su madre les enfrentó desde muy jóvenes. Sin embargo, están obligados a compartir la casa familiar. Durante los últimos años, Bernarda, a quien todos llaman la Muda, ha manejado la economía doméstica a su antojo. Ahora, después de buscar insistentemente, don Amalio por fin ha encontrado el dinero y las cartillas del banco. Entre alcohol, drogas y prostitutas, acompañado siempre del Goyito, el pastor, recupera el tiempo perdido.
Los vicios de don Amalio no son baratos, tampoco comunes, de manera que no resulta fácil conseguirlos en un pueblo pequeño y mal comunicado. Aun así, el Viejo ha encontrado el modo de satisfacerlos a través del joven Carlos y de Iván, un proxeneta con sangre de reptil.
El autor de esta
novela es profesor de talleres literarios de escritura creativa. He asistido a
talleres que ha impartido, y aunque siempre tengo intención de leerme lo que
han publicado los profesores que he tenido en talleres literarios, tanto de escritura
como de lectura, no ha habido oportunidad. Esta vez, con el confinamiento, hubo una presentación online de la novela, y
mira, pude asistir virtualmente. Me
gusto como presento la novela, y defendió la trama y los personajes. Además es
novela negra. La compre.
Si la
presentación se puede ver en diferido, lo desconozco; no la he encontrado, así
que si alguien sabe si las presentaciones de Distrito 93 se pueden ver, que me
comente por favor.
Esta novela habla
sobre todo de sexo, drogas y relaciones toxicas; familiares, sociales,
laborales y sociales. Y un crimen. Y el esclarecimiento del crimen.
En mi opinión tiene
más de novelas costumbrista sobre los habitantes de este pueblo rural de Guadalajara,
Bornova, que de country noir como leía en La Cordura del Idiota, de Marto
Pariente ¿Por qué de ello? Porque esta novela no cuenta la investigación, el después del
crimen de La Muda, si no El Crimen, el
durante. En cada capítulo, uno de los protagonistas en la escena de este crimen,
adquiere voz propia y nos cuentas sus vivencias. La violencia, el sexo y drogas
son hábitos comunes.
En cada presentación
del personaje veremos al resto de los
habitantes, que comparten espacio y quehaceres, pero no pensamientos. Las
relaciones entre ellos son todas por
intereses creados, y todos son personajes oscuros y dañados.
Las dudas se van esclareciendo cuando sabemos más y el final es cerrado. Me ha gustado como están construidos los personajes y la compleja piscología de todos ellos. Por destacar uno, me hubiera gustado saber más de Carlos, el niñato trapichero, pero todos ellos tiene punto destacables que te atrapan en la lectura, pese a odio, que transmiten en cada mala acción.
Para que luego
digan que la vida, en los pueblos, es tranquila.
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