Los crímenes de
Ardeshir Villa, de Kalpana Swaminathan. Ediciones Siruela. Traducción Dora Sales Salvador.
Incluyo en esta
ocasión información de la traductora, porque al final de la novela hay un nota
de la autora que da un resumen del estilo literario de la novela, influencias literarias
de la autora y esquema fundamental de la novela, si alguien está interesado en
esta novela leyendo este apartado se encuentra con información fiable.
En un sorteo de
los que acostumbra hacer la Editorial Siruela me tocaron tres libros. Este que
elegí fue uno de ellos y lo tenía sin leer. Al colocar el estante de libros no
leídos lo abrí y… me lo tuve que leer.
Sinopsis:
Todo archivo de Homicidios tiene una última página en blanco con las iniciales U. R. (Último Recurso). Esa página es para Lalli, una mujer de más de sesenta años, pelo canoso, oficialmente jubilada del cuerpo, pero que todavía constituye el Último Recurso a la hora de resolver un asesinato…
Cuando la sobrina de Lalli se encuentra en Ardeshir Villa, la casa que Hilla Driver tiene al lado del mar, para pasar un fin de semana, el asesinato es lo último que se le pasa por la cabeza. Está demasiado ocupada enamorándose del cocinero. También han sido invitados un grupo de habituales de la página de sociedad: un novelista de bestsellers, una modelo con el corazón roto, una feminista exaltada que tiene un pasado dramático y una respetable ama de casa que oculta uno sórdido, un industrial que siente una tremenda afición por los caballos… Todos tienen un secreto a punto de derramarse. Debería haber sido una fiesta fantástica, pero el cocinero sirve algo más que comida en su Banquete Milenario. El crimen está en el menú y Lalli, que no es una invitada corriente, se hace cargo de la situación.
El comienzo no es
que sea adictivo, es que incluyen el plano de la casa donde será la acción
principal Ardeshir Villa, y una lista del reparto de los personajes. Influye en
pesar que estas ante una novela similar a Diez negritos de Agatha Christie. El
esquema es similar pero el estilo no. Como lectora me he dejado influenciar y
no he seguido las pistas que sí que te dan en esta para descubrir el desenlace.
La autora es de
Bombay y cirujana pediátrica, aparece impregnada la historia con personajes y
lenguaje medico (aunque no técnico) y con la cultura hindú: ropa, decoración, música
y gastronomía.
La historia nos cuenta, por voz de una joven narradora, como su tía Lalli (la detective) y ella
son invitadas por una amiga, que recién adquirida una herencia ha convertido una
villa en un lugar casi paradisíaco para una reunión de fin de semana. Invitados
también al debut de la villa, que parece que se convertirá en un hotel selecto están
además un bailarín, una modelo, un cocinero, un crítico culinario, un escritor,
una feminista, la joven sobrina de la anfitriona, un empresario y un matrimonio
con sus dos hijos.
La mezcla de
edades y extractos sociales a los que la autora da consistencia, nos conduce a deleitarnos
con ricos platos hindús, imaginar la vestimenta de los invitados o analizar las
críticas sociales.
En principio la
novela no parece policiaca salvo el hecho que la detective está ahí. Mujer
madura y analítica choca con la personalidad de su sobrina, inexperta y que está
resultando ser enamoradiza, el dúo ideal para una novela policiaca. Y es cuando
te relajas y ya te olvidas de que podrán investigar cuando los cadáveres comienzan a aparecer. Encima una tormenta les
deja aislados por lo que no sabes cuantos muertos más habrá y si esta autora decidirá
decirnos o no quien es el villano.
Es una novela
para recrearte en la decoración de las habitaciones. Lo que comen los invitados
y con qué venenos pueden estar condimentados de todos los que mencionan: ácido oxálico,
arsénico, insecticida, matarratas, cianuro, incluso almendra o nuez moscada. Bailar,
disfrutar del paisaje, o simplemente sentarte en la biblioteca de
la villa a leer algún cuento de Poe o poesía de Browming.
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