Para la última entrada de este año quería
hacer algo especial o un resumen al estilo de Síntesis 2011, pero he pensado que esas mismas ideas 2011 siguen vigentes para la entrada de
este año:
-Daros nuevamente las gracias a tod@s los que
estáis ahí que eso nunca está de más.
-Para ver lo sobre lo que se ha opinado la
mejor manera es darle al buscador sobre lo que os interesa, mis conocimientos
del mundo blogger son básicos y continuo siendo sencilla en forma y en
contenido, ¡¡no quiero enredarme en más cosas!!
-Intentar no centrarme en datos estadísticos o
materiales como fin de esta experiencia.
-Intentar no apuntarme a tantos concursos.
En fin…. Las listas en esta época del año más
que en otras, se vuelven eternas, y en resumen lo más especial que puedo hacer
es lo que hago en cada entrada; comentaros una de mis lecturas y traeros mi
visión sobre lo que me ha gustado o he sacado de ella. Además de aportaros una
idea para el consumismo que acecha estos días: ¡¡comprar, comprar!!
"La Leyenda de un Cruzado Aragonés", de Santiago Iglesias de Paúl es la tercera novela que leo de este autor y si bien sigue teniendo el mismo estilo fresco e irónico con situaciones y
personajes, esta novela es más sólida y entera en forma y contenido.
Son 551 páginas que podéis encontrar en la web
de la editorial JM Ediciones y (creo que) también bajo pedido en cualquier Corte Inglés, así como el resto
de las dos novelas “1956: cuando a Cádiz arribaron los ingleses” y “El marino que cazaba lagartos”.
Espero que este año termine esa cuarta novela que está comenzando, mientras
tendré que seguir las publicaciones semanales del blog del autor que habla de
todo un poco y de la actualidad de nuestros días.
“La leyenda de un Cruzado Aragonés” digo que más
sólida porque no deja cosas al azar como en las otras dos novelas, los
personajes están completamente estructurados y la acción no queda en el aire,
los únicos desvaríos los del propio Aragonés que es un hombre peculiar, muy
bien no sabría cómo definir.
Es una lectura pausada; se sigue manteniendo
el estilo del autor amenizando las situaciones con paisajes, "bichitos", comidas ricas y bebidas en exceso, pero a mí al menos me ha dado más que pensar sobre lo complejo
que somos los seres humanos y más cuando hay batallas y cruzadas a las que
enfrentarse, sean bélicas o del corazón.
Mi manía también de alternar paralelamente
lecturas en este caso a complicado el que vaya avanzando en la novela y bueno, que ya os he dicho mil y una vez mi ignorancia en los hechos históricos
y claro comienzo leer sobre Godofredo y Raimundo, las Cruzada, Gaza… y hay que
investigar.
La primera parte de la novela, el personaje
principal Juan se encuentra en las Cruzadas, por tanto le situamos en el 1100
en un conflicto bélico que nada tienen de entrañable, y él es rudo y cruel,
afectado por la bebida y la batalla nos cuenta su historia de guerra y va
presentando personas con que cruza su vida. Para entender el contexto podéis
ver algún que otro documental sobre Las Cruzadas aunque la novela es perfectamente entendible sin tener estos conocimientos.
De
esta primera parte de la novela me quedo con la idea de
“¡Qué lástima tantas buenas personas desaprovechadas en un guerra inventada!”
y estampas que me ha generado la lectura.
Columnas de humo de batalla sobre un bosque
frondoso de sicómoros.
![]() |
Sicómoro |
Navegando hasta Creta
![]() |
Creta |
Vencejos anidando en la Torre de David.
![]() |
Torre de David |
Pasadas algunas batallas Juan "el Aragonés" desemboca en una playa, tras una trifulca, malherido y siendo atendido por una
mujer y aquí las historia de la novela
cambia por lo que sin destripar el argumento general, lo que nos cuenta el
autor no es lo que parece al principio, es una lectura que hay que ir
descubriendo porque la idea que te formes de antemano no sirve,
al menos yo no me esperaban estos finales para todos ellos. Es más llegando al
final me quedaba la incertidumbre si habría punto y si este sería adecuado para
mí, o como todas las historias de guerra muere hasta la apuntador.
Sangre hay,
pero también buenos paseos por los montes, días de pesca y caza, buen comer y
beber, y los devaneos amorosos de Juan el Aragonés que con sus peculiaridades y
su visión propia de la vida no sé cómo en la novela puede resultar tan varonil:
le gustan mucho las faldas y lo que hay debajo de ellas y eso traerá más de un
situación comprometida que se resolverá como sólo sabe, con las armas. Aunque
para ser un hombre de lucha tiende al dialogo y la lección que da es precisamente
esa: alternativas para no entrar en guerra, no dejarte pisotear y defender lo
tuyo, ahora sí habiendo arrasado él antes todo lo que había de maligno en los demás.
A mitad de la novela el cruzado regresa a su
tierra por lo que lo contado no ocurre tan lejos de esta parte del mundo como
se podría creer, tras adentrarse en el camino de Santiago para regresar a su casa
y narrarnos otra visión de camino, nos vemos que el regreso a su vida antes de
la Cruzada se torna monótona hasta que hechos imprevistos comienzan a suceder:
secretos familiares descubiertos, infidelidades en palacio, asaltadores, bodas,
…
En una actividad que parece convertirse en algo cotidiano surge un complot
para terminar con un personaje con mucho poder en la zona y que abusa de ese
poder. Gatos y ardillas no son aquí esos dulces animalarios que acariciar y alimentar a base de caprichos.
En definitiva un personaje vividor con la increíble
posibilidad de centrarse en la hormigas o buscar saltamontes cojos para hacer
un cebo vivo e irse a pescar en medio de la acción, con tiempo para saborear
melones y conversar con todas las gentes y sus peculiaridades en una España
dividida en Reinos donde se va preparando lo que vendrá en los años
posteriores.