El último
pasajero, de Manel Loureiro. Planeta
Finalmente cayó
en mis manos paseando por la biblioteca. Desde que estuve en la prestación del
Festival Eñe en el que el autor participo y habiendo leído su trilogía de Apocalipsis Z pues era cuestión de tiempo.
He encontrado
similitudes, a pesar de ser géneros diferentes, con esas novelas: el misterio,
el terror, y la guerra como tema para basar una historia narrativa y evolución
de los personajes dentro de la historia.
En el blog Librosque hay que leer Laky hace un resumen completo de la sinopsis de la novela y de la trayectoria del autor.
Explica muy bien porque esta novela engancha. Es adictiva al igual que cuando
el autor presenta o te cuenta una historia, conecta con el oyente o lector y le
transmite expectación por la historia.
¿Y el argumento?
Año 1939. Un
trasatlántico Valkirie aparece abandonado sin pasajeros, a excepción de un
bebe, ni tripulantes. En el Océano Atlántico es hallado por un buque de transporte
que lo remolca a puerto con la idea de tener beneficios económicos. Setenta
años después, un misterioso hombre de negocio lo restaura convirtiéndolo en el
barco perfecto para el crucero que todos deseamos. Una periodista es invitada
al barco junto con otro grupo peculiar y se comienza a desvelar el misterio de
la nave, que va adquiriendo vida propia, y en donde los navegantes se dejan
seducir por el alma del barco.
Terror, misterio,
opresión, excitación, sensualidad… unas pasiones que te van adentrando en una
historia circular que te va absorbiendo a cada página. También es cierto que la
historia al ser cíclica se encuentra con algunas pegas de credibilidad, pero es que… ¡¡hablamos de un barco fantasma!! J
con lo cual creo que es mejor dejarse atrapar por la imaginación y dejarse
llevar por el ruido de las olas del mar.
¿Otro aliciente?
Que si este verano no te puedes permitir un crucero por todo lo alto debes de
pensar en los pasajeros de Valkirie.