Gratia Plena, dieciocho
sonetos y un madrigal, de Luis García Arés. Editorial cuadernos del Laberinto. Anaquel de poesía. Prólogo de Luis Alberto de Cuenca. Ilustraciones de Bartolomé Liarte Aparicio.
Sinopsis de la
editorial:
En los sonetos de Luis García Arés nos encontramos con el amor en su manifestación más plena, es decir con un sentimiento que no solo logra superar el paso del tiempo —como escribió Quevedo— sino que, además, al aumentar en profundidad, hace que nos acerquemos a ese ideal que todos llevamos dentro y que, aunque no pase de ser un espejismo, consideramos como único y propio.
Tal idea del amor coexiste en este libro con un requisito fundamental de la poesía: su intemporalidad. Y es que, alejados de las modas al uso, los versos de García Arés están predestinados a pervivir y a no perder la calidez ni la serenidad.
Esta lectura me ha llegado a través de Babelio y su propuesta de Masa Crítica, a la que me apunte por ese poemario.
Me gustaría poder transmitir en esta opinión el amor que el autor, el poeta, es capaz de expresar en sus poesías, muy difícil de conseguir eso, así que resumiendo: recomendaros esta lectura.
Para los que no
somos lectores habituales a la poesía, el que nos caiga en las manos una
lectura que transmite, entendible y además más que justificable por lo
gratificante que es la lectura de sus poemas, tenemos además luego en el
epilogo de Alicia, editora de Cuadernos del Laberinto, y familiar del autor,
ofrece una argumentación para leer poesía; para leer a este autor.
Dieciocho sonetos y
un madrigal de un poeta hablándonos de su musa, Beatriz, su esposa, la figura
de esa mujer, compañera y lo que representa para él. Poesías donde la luz, el
barro, la pureza y todo ellos tornado en belleza queda palpable en cada línea.
Si en el Prólogo
Luis Alberto Cuenca nos introduce la obra y la poesía de Luis García Arés y nos
deja otras recomendaciones para redondear esta bella lectura; Fausto, el
Banquete, o el amor y occidente entre otras, el propio autor en el apartado de
Clave de lectura nos menciona a Manchado, Bécquer, Petrarca o al Marqués de
Santillana, es decir, que, aunque veáis un formato leíble en una tarde, da
mucho juego.
Encontramos las claves de lo que necesita el amor para hallarse
«porque el amor, por encima de cualquier espejismo juvenil, necesita, …»
y nos deleitamos con escenas como
«toma mi mano,
amor; ásete a ella
Porque atardece ya,
y hacia la altura
Subiremos mejor si,
por ventura,
Dejamos al pasar
solo una huella.»
Tiene incluido
además el audiolibro que después de una lectura reposada, el que te reciten es,
doblemente, dulce. Unas ilustraciones que acompañan a cada poesía en color
verde con un trazo simbólico, similares a la imagen que aparece en la portada.
Me
ha gustado por lo dicho, porque es entendible, expresa lo que para el autor es
el amor y lo representa en la figura de su compañera de viaje, pero a la vez lo
poetiza para que nos sintamos identificados en la búsqueda de ese amor o el
disfrute de él, si hemos tenido la suerte como el propio autor de encontrarlo.
¿Qué me recomendáis de este autor? ¿Y de la editorial? No es la primera vez que tengo un libro de poemas suyo entre mis manos, recordar la entrada de Todo es posible y no, de Julieta Pellicer.
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