¿Síndrome post vacacional?

Había pensando ponerme al día en estas últimas semanas, desconectada de muchas cosas: apenas he leído…. Tengo un dilema.

Llevaba detrás de leer un libro algunos meses, tenía ganas de hincarle el diente. Me lo compre, lo puse en la cola de lectura, pasando por la estantería donde los veo a veces lo cogía, leía la contraportada nuevamente, me imaginaba la historia con el magnifico diseño de la portada, me esforcé por no devorarlo. Cuando lo he tenido entre mis manos, a mitad de libro, llego un punto que me desinfle. Un comienzo espectacular que cumplía mis expectativas, pero leí una porción de historia que no me cuadro, la mezcla de géneros me gusta pero… en este caso no. Seguí leyendo. Termine el libro. No me ha gustado. ¿Y que digo ahora? Leo críticas y otras opiniones y todas hablan bien de este libro: lo describen como una buena novela llena de puntos “curiosos”. Pensé en escribir una carta al autor pidiéndole que explique algunas partes, creo sinceramente que el problema es mío, que no entendí nada, porque no puedo salir del asombro de ver como ven partes buenas de una historia donde no he conseguido meterme. ¿Qué haríais? ¿Lo olvidaríais en el fondo de un cajón con una nota de “extraño caso sin resolver” a la espera que cambie mi estado de animo, o por el contrario os desahogarías preguntando al autor o a alguien que haya leído el libro?

¡El bajón ha sido tan grande que se me quitaron las ganas de leer! lo que leía a continuación no me gustaba, no hacía mas que acordarme de lo anterior. Menos mal que tengo mi remedio de desintoxicación propio y no a nada mejor para acabar con todo que leer o releer algo de Julio Verne o de Pascual Enguídanos Usach (escritor con seudónimo George H. White).