La sombra de la
muerte, de Antonio Langares. Ebook.
Sinopsis en
Amazon:
El psicoterror es un género prohibido para mentes creativas, pues tiene la capacidad de manipular la ficción y transformarla en realidad.
Nada es lo que parece, y menos en este libro. Su autor juega con los desequilibrios mentales y manipula hasta la saciedad. Mueve los peones con la suficiente destreza para desarmar tu fantasía y apoderarse de ella. Consigue llevarte a su terreno, y provoca que te identifiques con su propia imaginación.
El terror psicológico rastrea en la mente de las personas sus miedos más profundos y consigue alterar su estabilidad emocional. Los sube a la superficie y a partir de ese momento, realidad y ficción se entremezclan en un mundo imaginario que cobija a todas las fobias alimentadas desde nuestra infancia. Esos episodios traumáticos nos torturarán con tanta intensidad que nos pueden provocar una enajenación mental y, en algunos casos, el temido suicidio.
Mientras que en el PSICOTERROR, el personaje se adueña de tu mente, como si te poseyera. Es tan acusada la identificación entre ambos que a veces se produce la muerte del lector.
Creo que después
de leer esta novela dejare por un tiempo el terror, misterio y gore pues me ha
sugestionado. No es la primera vez que leo novelas o textos con estas
características y los ejercicios que plantea el autor a modo de reto para el
lector: como por ejemplo hacerte una foto frente al espejo o buscar un muñeco
de la casa, que en principio son cosas inocentes y que en otras novelas me han
resultado casi cómicas, aquí no.
Si buscáis
estrenaros en el género esta es una buena opción. Si habéis leído ya de
psicoterror os lo recomiendo porque sorprende, no es más de lo mismo pese a que
las historias que el autor nos comenta tienen patrones comunes a historias de «miedo»
conocidas.
A mi parece el
orden de lectura es que os la leáis después de La rastreadora porque hace referencia a datos de la
novela y quizás no se entienda los argumentos sin tener ese conocimiento previo
del autor.
Una vez más
Antonio Langares me ha convencido por la relación de poder que unos personajes
ejercen sobre otros. La representación real de las relaciones humanas llevada a
extremos en unas narraciones de ficción. Como lectora los personajes te parecen
trastornados y desquiciados y luego comprendes en tu día a día que es el
reflejo de la realidad. A diario usaos mecanismos
de defensa descritos en la trama cuando estamos estresados o bajo el influjo
del miedo.
Esta lectura sube
la adrenalina.
Me han dan ganas
de re-decorar la casa: quitar la mecedora de la habitación e incluso
trasladarme. ¿Pero y si me mudo y encuentro un manual maldito? ¿Y si no me mudo
y esta casa esta maldita? ¿Y si puede estar aún más maldita de la sensación que tengo muchas veces? Me ha parecido ver a la muerte y a sus
acompañantes en el pasillo y detrás de la cortina mecida por la escasa brisa
veraniega…
He aterrizado y
he caído también en la cuenta de que soy
una persona del montón, una lectora objetivo de escritores que me quieran.
Imagino que el autor usara estereotipos comunes para que el texto sea efectivo
y me ha atrapado en sus redes.
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