martes, 4 de febrero de 2020

Los ciervos llegan sin avisar




  Los ciervos llegan sin avisar, de Berna GonzálezHarbour. Rba Libros

Serie de la comisaría Ruiz
Otras novelas
  Los ciervos llegan sin avisar

Sinopsis de la editorial
Hay veces en que la única forma de avanzar es retroceder. Es la aparente paradoja a la que se enfrenta Carmen, una economista en paro que ve cómo se desmorona todo a su alrededor. Ante un presente descorazonador, Carmen decide echar la vista atrás y resolver un enigma enterrado en el pasado. ¿Fue ella testigo de un accidente mortal o realmente no se trataba de un hecho fortuito? En ocasiones, abrir puertas que desde hace años permanecen cerradas no es recomendable. Aunque, por otro lado, afrontar desafíos puede conducir a cambios personales más profundos. Carmen lo tiene claro. Elige comprender, sean cuales sean las consecuencias.
  Después de leer la serie de la comisaria Ruiz, y tenerle ganas a esta novela desde Margen de error  por fin la quito de la lista de lecturas deseadas.

  Es una novela independiente a la serie de la comisaria Ruiz. Es una novela de investigación pero más un caso de domestic noir, aficionada cuyo motor es la curiosidad de Carmen por saber la verdad,  que por encontrar un culpable. La protagonista es economista en paro en momento de crisis, lo que se ve reflejado en las novelas, todo real como la vida misma.

  Carmen se enfrenta a ese momento donde una sociedad consumista nos exige y no ofrece, en este momento recuerda un accidente que presencio y una foto que conserva del accidentado. Sin trabajo, a prueba en sus relaciones afectivas, con una autoestima dolida decide ir a descubrir si la foto que entonces conservo sin motivo puede servir actualmente para algo.

  Por ponerle pegas me parece poco creíble y el encuentro el hecho más novelado, que en paro, tus pocos ahorros que conservas, los inviertas en  una investigación. Todo o demás, desarrollo, presentación de los hechos, escenario me ha parecido un reflejo real de lo  que puede llegar a ser. La novela cierra completamente, los personajes gustan cada uno en sus papel y aun aliciente, optimismo. Es una lectura rápida.

« Siempre he despreciado las flores artificiales, insensibles al abandono, distintivos de quien ni siquiera se propone cuidar de sus cosas, pero en este momento y en este lugar son indicio de una belleza que precisamente quiere perdurar. Busco más. »

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