Las manos tan pequeñas

 

    Las manos tan pequeñas, de Marina Sanmartín. HarperCollins 

Sinopsis de la editorial:

Tokio, octubre de 2018. Las manos de la famosísima bailarina Noriko Aya, de 29 años, aparecen en el pequeño espacio antisísmico entre dos edificios cercanos a los jardines del Palacio Real y al hotel donde se acaba de instalar el matrimonio madrileño formado por la autora de novela negra Olivia Galván y el catedrático de Literatura comparada César Andrade, invitado por la universidad a participar en un curso de posgrado. A poco más de un año para la celebración de los juegos olímpicos en la capital japonesa y con una misteriosa pista, el anillo de diamantes y rubíes que las manos de Noriko lucen en uno de los anulares ya sin vida, muy pronto la policía señala a César Andrade, cuya relación extramatrimonial con Noriko será descubierta gracias al rastreo del origen del anillo, como principal sospechoso del crimen

    Este libro lo tenía anotado de verlo, no en librerías sino en perfiles sociales de booktubers (¿?) como en el de Pero que locura de libros y es premio a la mejor novela negra en el X Festival de Valencia Negra 

    Aprovechando unos días pasados de vacaciones elegí novelas vistas, pero sin orden de prioridad. Os las iré comentando en octubre

    El matrimonio Cesar y Olivia viajan a Japón por temas de trabajo de él; y ella, escritora de novelas negra, se ve acompañando a Cesar, policía, que se centra en una investigación tras encontrar partes de un cuerpo humano, unas manos, en un callejón.  

    Me ha gustado mucho. La protagonista, Oliva Galván, me cautivo al comienzo y al terminar me ha caído un rato mal. La narración te intriga en un primer momento y luego es como ir dando un paseo hacia lo que se deja entrever en la historia. Con sus páginas me he dado un paseo por los sitios habituales de Tokio, y he regresado por esos lugares tan bien contados con sencillas pinceladas, que hayas estado o no, son reconocibles por las películas y reportajes de esta ciudad.

© Uriska, Parque Japonés 

    A parte de las investigaciones de caso, nos encontramos con unas relaciones matrimoniales poco recomendables y unas confesiones intimistas y emocionales entre el policía y la escritora difíciles de definir, le dan una ambientación a la novela peculiar.